Cada vez es más habitual escuchar hablar de inteligencia artificial (IA). En el sector legal, la IA no es solo una herramienta auxiliar, sino una tecnología que abre nuevas posibilidades para la administración de justicia, el asesoramiento legal y la gestión de las operaciones legales. En este post, exploraremos algunos tipos de inteligencia artificial que existen y ciertos usos que puede tener cada una de ellas en el día a día de los despachos de abogados.

  1. IA Reactiva: es la forma más básica de IA, no posee memoria ni capacidad para utilizar experiencias pasadas para tomar decisiones futuras. Un ejemplo clásico de este tipo de inteligencia artificial es el programa de ajedrez de IBM, Deep Blue, que derrotó al campeón Garry Kasparov. En el sector legal, la IA reactiva puede utilizarse para realizar análisis y comparaciones directas de textos legales, donde no es necesaria la capacidad de “aprender”.
  1. IA de Memoria Limitada: es el siguiente tipo de IA, que supone un paso más respecto a la IA reactiva. A diferencia de la anterior, en este caso, puede retener datos o experiencias pasada para decisiones futuras, pero solo durante un determinado período de tiempo. Los sistemas de IA de memoria limitada son los que se utilizan en aplicaciones como el reconocimiento de voz o los chatbots. Este tipo de tecnología aplicada al sector legal puede resultar muy útil para mejorar la Atención al Cliente utilizando chatbots que respondan determinadas consultas legales simples y automatizadas.
  1. Deep learning: este tipo de IA supone el avance real más significativo en este tipo de tecnología y su objetivo principal es “imitar” el pensamiento humano. Esta tecnología es una forma avanzada de aprendizaje automático, para procesar y analizar grandes cantidades de datos realizando tareas complejas de clasificación, predicción y reconocimiento de patrones con un alto grado de precisión y eficiencia. Este tipo de tecnología puede utilizarse en el sector legal para tareas de revisión documental, por ejemplo, para revisar y analizar rápidamente grandes volúmenes de contratos e identificar cláusulas estándar, anomalías, o términos que requieran especial atención. Otro de los múltiples usos de esta tecnología puede ser la predicción de resultados, pues a partir del análisis de las bases de datos de jurisprudencia, es posible predecir tendencias y el posible resultado de un asunto, lo que ayudaría a los abogados a formular estrategias más eficientes e informadas. Un ejemplo de este tipo de tecnología es Loop AI Labs, una plataforma cognitiva capaz de procesar millones de documentos no estructurados y construir de forma autónoma representaciones estructuradas.

La IA está redefiniendo la forma de trabajar de muchos sectores, entre ellos, el sector legal. Este tipo de tecnología ofrece soluciones innovadoras y eficientes con el potencial de transformar profundamente un sector tan “arcaico” como este. Por ello, es importante estar informado y formado para poder integrar esta y otras tecnologías emergentes en la ejecución de las operaciones legales.